Dejamos Londres visitando una de sus ciudades más emblemática: Cambridge. Precisamente hoy hemos podido observar el protocolo riguroso de aquellos que han sido graduados en este curso. Las calles se han visto coloreadas por las toga típicas londinensen, según sus colores por la formación académica recibida. Quizás algunos de nuestros alumnos puedan estudiar en estas universidades, que así sea, y que los salesianos podamos estar presente también en estos muros de sabiduría.
Nos espera a todos ahora la cena de despedida y la recogida de diplomas. La pena por la marcha, es patente en los ojos de los alumnos, muchos han encontrado en el hogar de acogida a unos segundos padres. En fin, nos espera una noche en vela en el aeropuerto, con el deseo de ver el amanecer en nuestra España querida.
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